Historia

Apresado el 7 diciembre 1483 tras 3 años de beligerancia militar contra los Reyes Católicos, El Mariscal fue condenado a ejecución pública en la rebelde capital de provincia del Reino de Galicia de Mondoñedo con su hijo y el noble y leal Señor Pero de Miranda.

La esposa de Pardo de Cela, Dona Isabel de Castro, asistió enseguida a una audiencia con su prima la castellana Reina Isabel, obteniedo un indulto condicional para los tres nobles gallegos condenados a muerte. Regresando a Mondoñedo poco antes de la ejecución del Mariscal tras diez días de viaje ininterrupido, Dona Isabel fue recibida en la entrada de la Ciudad por los secuaces del Obispo de Mondoñedo.

Fadrique de Guzmán, Obispo de Mondoñedo, era un hombre ambicioso de una mejor carrera político-eclesiástica bajo el nuevo reinado de los Reyes Católicos, que además sentía un odio mortal por Pardo de Cela ya que El Mariscal nunca había acatado las órdenes de su poder eclesial. Así, el obispo traidor mandó entretener en el llamado Ponte do Pasatempo a la Dama mientras se apuraba la ejecución en la Plaza de la Catedral.

El día 17 diciembre 1483, frente a una multitud que esperaba el indulto para su Señor, el último defensor de la soberanía del Reino de Galicia era decapitado en la Plaza de Mondoñedo, rodando su cabeza hasta la puerta de la Catedral al tiempo que gritaba:

– CREDO!, CREDO!, CREDO!

El puente del pasatiempo.

LA CUEVAS DEL REY CINTOLO
Situación geográfica

La cavidad se localiza en el término municipal de Mondoñedo, en la provincia de Lugo. La boca de la cueva se abre en la ladera oeste del monte Coto Redondo, próximo a la aldea de Supena, a 6 km de Mondoñedo.

Se trata de la cueva más grande conocida en Galicia, ya que presenta un desarrollo de 6.500 m, de los cuales 4.546 han sido topografiados. El desnivel máximo desde la boca al punto más bajo conocido (río Celtas) es de unos 75 m.

Actualmente, la cueva no se encuentra acondicionada para el turismo.

Rasgos genealógicos

La Cova do Rei Cintolo se desarrolla sobre un lentejón calcáreo (Caliza de Vegadeo), cuyo extremo superior (Abadin) está a 450 m.s.n.m. y el inferior (Mondoñedo) a 340 m.s.n.m., y que ocupa el margen derecho del valle del río Brea-Valiñadares. El valle está situado geológicamente en la Zona Asturoccidental Leonesa.

Las calizas que afloran en unos 5 km, a pesar de no superar los 100 m de espesor y presentar escasa continuidad debido a intercalaciones pizarrosas (Pizarra de Cándana), han permitido la formación de una importante red kárstica, a favor del buzamiento monoclinal, ocupando una superficie que no supera las 5.5 Ha.

La unidad estratigráfica corresponde al denominado Manto de Mondoñedo, ubicándose la cueva en el Cámbrico Inferior y Medio.

El origen de la cavidad se debe a la acción del agua que va disolviendo la caliza, originando un entramado de galerías por las que circula. Asimismo da lugar a la precipitación y formación de la ornamentación típica de la cueva como estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, banderas, etc.

Cueva del eycintolo

Historia

El descubridor de esta cueva fue José Villa-Amil y Castro, prehistoriador y arqueólogo, que citó la cavidad por primera vez en el libro “Antigüedades prehistóricas y célticas de Galicia”. Asimismo está considerado como el precursor de la espeleología en Galicia. Es autor de un croquis de la galería principal pero en el que no figuran las galerías inferiores, lo que hace suponer que no consiguió llegar hasta ellas.

Se cita posteriormente otra visita en 1893 en un periódico asturiano, ” La Voz de Luarca ” y aparece reseñada en la célebre guía ” Cavernas y Simas de España ” de Gabriel Puig y Larraz (1894). Entonces se consideraba que las dimensiones de la gruta eran unos 200 metros. Fue en 1954 cuando el “Club Montañeros Celtas” de Vigo, con la colaboración de aficionados de Mondoñedo, realizó un campamento para su exploración y topografía.

Se descubren distintas zonas de la cavidad, así como el río subterráneo al que bautizan como Río Celtas. Posteriormente, diferentes grupos espeleológicos de todo el país han ido completando las investigaciones y los trabajos de topografía de la cueva.

En años sucesivos pasa a ser muy visitada, siendo a partir de finales de la década de 1960 cuando comienzan los intentos por obtener una topografía general de la gruta, al mismo tiempo que se descubre la Galería Venus a la derecha de la Sala del Río, también denominada esa zona como Salas Finales del Río.

La cavidad fue conocida en 1973 en toda España al realizar TVE la lª filmación de la cueva. A partir de entonces, su popularidad y la facilidad de acceso a la galería principal atrajo la atención de numerosos visitantes que causaron deterioros en su interior. A raíz de esta expoliación que amenazaba con destruir la cavidad, se cerró la entrada en 1976 con una verja.

En los últimos años la cueva ha sido explorada repetidas veces por diferentes grupos de espeleólogos.

La del Rei Cintolo es objeto, al igual que gran parte de cuevas de Galicia, de leyendas antiquísimas que hablan de tesoros ocultos y seres mágicos que habitan en su interior.

Leyenda de la cueva del ¨ Rey cintolo¨

Se cuenta que el Rey Cintolo, dueño y señor del valle de Brea, tenía una bella hija llamada Xila, enamorada de un conde, de cuyos amores estaba celoso un hechicero que, por despecho, sepultó el reino de su padre en el interior de la tierra, creándose así las cuevas del rey Cintolo, mientras que la bella princesa aún espera que un caballero valiente la vuelva a la vida.

CASTROS

Mondoñedo posee una importante cultura castreña, ya que son muchos los restos de los castros que aparecen en el municipio. Son ejemplos de castros mindonienses el de Os Castelos de Viloalle, el de Santa María Maior, o el de Zoñán, entre muchos otros.

Se conservan en Mondoñedo restos de calzadas romanas, así como de bronces de Marco Aurelio y de Adriano, lo que deja claro la presencia de los romanos en la ciudad. En esta época, el núcleo de población se debió encontrar en el actual barrio de Os Castros, que luego se desplegaría a tierras más bajas.

PENA DO UNTO

De la Edad de Bronce se conservan dólmenes, petroglifos, o incluso, la Pena do Unto, antiguo altar de sacrificios humanos situado en el Couto da Recadieira.