Ser Alcalde

Después de leer las noticias de los periódicos en las que algunos alcaldes dicen que abandonaran la política, si se lleva a cabo la modificación de la administración local, después de leer las opiniones de algunos alcaldes diciendo que por 30.000 euros se lo tendrían que pensar ya que no les compensa, o que para perder dinero trabajando de alcalde no merece la pena, y otros que dicen que volverán a su empresa cuando termine su mandato, o alguno que volverá a ser diputado porque ganaba más y perlas así, como estas opiniones, leídas en la prensa (La Voz de Galicia y El Progreso) es cuando tiene mas valor el comportamiento de algún alcalde, como el de Mondoñedo, que anteponen el Servicio a sus conciudadanos antes que el pecuniario.

Existen dos formas de ver la institución de alcalde, una como servicio a sus conciudadanos y otro como un chollo (negocio) para vivir del presupuesto. La primera opción es la que mas sacrificios conlleva, trabajo, desasosiego, vocación de servicio etc. pero es la única por la que los pueblos agradecidos levantan estatuas al alcalde, la otra es la que hace vender yates, hacer turismo, vivir siempre con cinco estrellas, pero solo tendrán el recuerdo y posiblemente la envidia de sus correligionarios que siempre son una pequeña parte del pueblo al que tenia que defender, proteger, y servir.

En el ejército, a cada soldado “el valor se le supone”, y en la vida civil a los alcaldes en épocas de votación, también se les supone el espíritu de sacrificio, la entrega a su pueblo y la honradez de su gestión, y será el tiempo el que demuestre si esa suposición se corresponde con la verdad.

Hasta que apareció esta regulación de sueldos no supimos como algunos (no todos) valoraban su compromiso de alcalde con la sociedad, primero el dinero, después, el servicio al pueblo. Existe mucha diferencia entre trabajar por el bien del pueblo que se dirige como alcalde y después verse recompensado económicamente por su labor, a pensar que primero es el dinero y si lo tengo trabajo y sino lo dejo. Esto ultimo es negocio y la alcaldía es mas sacerdocio que comercio..Ser alcalde no es un oficio, es mucho más, es la representación oficial de un pueblo, de unos vecinos que creyeron en la idoneidad de quien votaron para que les represente, que les defienda, que les de seguridad en su vida cotidiana, que haga respetar y se respete a una comunidad que vive en un determinado núcleo que dirige un Alcalde por deseo de sus convecinos.

Es un sacerdocio consagrado a desempeñar  con nobleza el cuidado legal y el bienestar de sus convecinos. Nada que ver con aquello de que trabajare según me paguen. Ser alcalde no tiene nada de mercantilismo. Pero que nadie se olvide de que para vivir debemos tener unos ingresos económicos y los alcaldes también, es más, si los resultados de su trabajo son de acuerdo con las necesidades de su pueblo no debemos esperar a que se muera para hacerle la estatua, hagámosle la vida agradable con nuestro reconocimiento por su labor dándole un sueldo justo. Olvidemos la falacia de que los políticos deben estar bien pagados porque sino son pasto de los lobos financieros que los corrompen llenándoles de dinero, sin darse cuenta que les estan llamando corruptos. Esto lo dicen para que les suban el sueldo. Un político amante de su pueblo que tiene como meta encumbrar a su pueblo, que desea el bien para su pueblo, que respeta a sus convecinos,  es muy capaz de trabajar sin sueldo, y a estos son a los que temen los lobos financieros porque no son corruptos. Por eso deberán tener un sueldo justo. Que difícil saber escoger un buen alcalde. Esperemos que un día las listas de candidatos sean abiertas para que sea el pueblo el que acierte o se equivoque en la elección de su alcalde.

Fdo: Xosé Ruiz Leivas

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